Acababan de entregar toneladas de comida, luego su convoy fue atacado
El mensaje de texto de Lalzawmi Frankcom fue breve y dulce: una respuesta con un emoji de corazón a las 10:38 p. m. del domingo a su amigo Josh Phelps, que le había enviado fotos de su trabajo humanitario juntos en una reserva de Dakota del Sur.
A Frankcom, una mujer australiana conocida como Zomi, le esperaba un gran día el lunes. Ella y sus colegas de World Central Kitchen en Gaza esperaban la llegada de un barco a su muelle recién construido para poder descargar cientos de toneladas de ayuda humanitaria muy necesaria.
El equipo partió hacia las 8:00 a. m. del lunes, hora local de Rafah, en el sur de Gaza, y se dirigió al norte, a Deir al Balah. Estaban “muy emocionados, como si fueran a una boda”, dijo Shadi Abu Taha, cuyo hermano, Saif, estaba entre ellos.
Pero el viaje terminó en tragedia.
Los bombardeos israelíes alcanzaron su convoy esa noche, matando a Frankcom y a seis de sus colegas de World Central Kitchen, la organización benéfica fundado por el chef José Andrés que ha estado repartiendo millones de comidas en Gaza.
Muchos países, entre ellos Australia, Reino Unido y Estados Unidos, de donde procedían algunos de los trabajadores, han condenado el ataque y han pedido que se investigue y se determinen responsabilidades.