En México también hay un programa que lleva migrantes lejos de la frontera
Los autobuses retumban en el pueblo día y noche y llevan a personas en una ciudad que muchos ni siquiera sabían que existía.
Pero en vez de aterrizar más cerca de la frontera de EE. UU. están siendo llevados unos 1600 kilómetros en la dirección opuesta: hacia el corazón del sur de México, en un programa enigmático destinado a apaciguar al gobierno de Joe Biden y transportar migrantes lejos de Estados Unidos.
De manera muy inusual, las autoridades mexicanas reconocen en público el programa de transporte en autobús, por lo que es mucho menos polémico que los esfuerzos de los gobernadores republicanos para transportar a migrantes a los estados demócratas que se han convertido en teatro político en Estados Unidos.
Sin embargo, el programa de transporte en autobús expone el abismo entre la retórica del gobierno mexicano que promueve un enfoque humanitario a la migración, y el papel del país como un ejecutor de mano dura de los objetivos fronterizos de EE. UU. dejando a muchas familias migrantes varadas para valerse por sí mismas.
Migrantes hondureñas, sentadas tras ser detenidas por funcionarios migratorios y la Guardia Nacional mexicana en un punto de control cerca de Villahermosa, en el sureste de México.