Tras 19 meses, el Parlamento húngaro aprueba la candidatura sueca a la OTAN
El Parlamento de Hungría votó el lunes a favor de aceptar a Suecia como nuevo miembro de la OTAN, sellando así un importante cambio en el equilibrio de poder entre Occidente y Rusia que fue desencadenado por la guerra en Ucrania.
La votación permitió que Suecia, no alineada desde hace mucho tiempo, sorteara el último obstáculo que bloqueaba su ingreso en la OTAN y frenaba la expansión de la alianza militar.
El autoritario primer ministro húngaro, Viktor Orbán, cuyo partido Fidesz cuenta con una amplia mayoría en el Parlamento, ha mantenido relaciones cordiales con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, a pesar de la guerra de Ucrania, y había paralizado durante 19 meses la votación de la adhesión de Suecia a la OTAN en la Asamblea Nacional de 199 miembros.
Su decisión de permitir finalmente una votación se produjo tras la visita a Budapest, la capital húngara, del primer ministro sueco, Ulf Kristersson, el viernes. Durante la visita, se anunció que Suecia proporcionará a Hungría cuatro aviones Gripen de fabricación sueca, además de los 14 que ya utilizan sus fuerzas aéreas, y que el fabricante de los aviones, Saab, abrirá un centro de investigación de inteligencia artificial en Hungría.
La admisión formal de Suecia en la OTAN todavía requiere algunos trámites de procedimiento. Una vez finalizada, le dará, junto con la entrada de Finlandia el año pasado, un impulso significativo a la fuerza militar de la OTAN en el mar Báltico y reducirá la capacidad de Rusia para dominar la vía marítima, que controla el acceso a los puertos de San Petersburgo, Kaliningrado y Ust-Luga, un importante punto de tránsito para las exportaciones energéticas rusas.
En una publicación en la plataforma de redes sociales X, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, acogió con satisfacción la decisión de Hungría, afirmando que “la adhesión de Suecia nos hará a todos más fuertes y nos dará mayor seguridad”.